domingo, 17 de abril de 2011

Los problemas del campo: las plagas.

El topillo campesino (Microtus arvalis) es una especie de roedor de la familia Cricetidae ampliamente distribuido por Europa y algunas zonas de Asia.

Este roedor es estrictamente herbívoro, se alimenta preferentemente de dicotiledóneas pero, en casos de necesidad, se alimenta de cualquier tipo de vegetal, salvo aquellas plantas que puedan resultar tóxicas (por ejemplo, el estramonio).
Suele refugiarse en galerías que excava en terrenos blandos. Sus madrigueras tienen varias entradas y no son muy profundas; en el interior, suele haber uno o varios nidos acondicionados con una cama de materia vegetal entrelazada formando una bola.

Son muy características, de estos roedores, las pistas o surcos, ya que sus movimientos en el exterior suelen seguir siempre el mismo recorrido. Algunas de estas sendas comunican entre sí las bocas de unas madrigueras o llevan a los comederos más frecuentados.

Este pequeño animal es perjudicial para los humanos, tanto a lo que se refiere a nuestra salud, como a las plagas que protagonizan de vez en cuando en los campos, sobre todo en los de regadío.

Desde hace tres años se estudia con más profundidad como terminar con las plagas de topillos debido a la que se produjo en los campos de Castilla y León en el 2007. Lo primero que se intentó para terminar con la plaga fue utilizar productos químicos que afectaran a dichos individuos pero se demostró que esos productos eran perjudiciales para los topillos, pero también para nosotros, por lo que se ha llegado a otra posible solución que consiste en el control biológico de las especies cuyo objetivo es introducir, en el mismo medio físico que el de los topillos, depredadores naturales de dicha especie que terminen con ella pero sin afectar al resto de especies. Algunos de los depredadores de esta especie son: 














El elanio azul (Elanus caeruleus)












El aguilucho pálido (Circus cyaneus)


La cigüeña común (ciconia ciconia)


El cuervo común (Corvus corax)


El cernícalo vulgar (Falco tinnunculus)
















La lechuza común (Tyto alba)

Para terminar, y sacando alguna conclusión sobre el tema, yo creo que la medida que se ha tomado de dejar de utilizar productos químicos para terminar con la plaga es una medida buena para proteger al resto de especies, incluyendo la nuestra, porque además gracias al control biológico de especies no es necesario ya que el problema se puede solucionar de manera natural, o por lo menos eso creen. Ahora solo nos queda confiar en la naturaleza y en el poder que tiene.

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